Descubre los orígenes de la trucha en el Perú: una especie exótica y extranjera que se ha convertido en un fascinante fenómeno naturalizado en nuestro país.
En este artículo, exploraremos la historia de la trucha en Perú, su evolución y cómo ha logrado adaptarse de manera exitosa. Además, analizaremos los beneficios y desafíos que esta especie ha traído consigo. Desde el turismo de pesca recreativa hasta su impacto en las especies nativas, examinaremos cada aspecto.
Origen de la trucha arcoíris
La trucha arcoíris, nativa de las cuencas del Pacífico en América del Norte (FAO, 2019), se encuentra distribuida de forma natural desde el suroeste de Alaska (Río Kuskokwim) hasta el Río Presidio en México, con registros ocasionales en las islas Commander en la península de Kamchatka en Eurasia (Behnke, 2002; Vásquez, 2014).
Desde 1874, se ha introducido en aguas de todos los continentes, excepto en la Antártica, con fines recreativos para la pesca deportiva y la acuicultura. La producción se ha expandido considerablemente desde la década de 1950 con el desarrollo de alimentos paletizados. Las pesquerías de trucha se mantienen o se practica su cultivo en las cuencas altiplánicas de muchos países tropicales y subtropicales de Asia, África oriental y Sudamérica. Como resultado, se han desarrollado diversas cepas locales domesticadas, mientras que otras han surgido mediante selección masiva y cruzamiento para mejorar la calidad de los peces cultivados (FAO, 2019).

Imagen 1: Zona de origen y distribución geográfica de la Trucha. Mapa: Google Maps.
Introducción de la trucha en el Perú
La trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss, inicialmente conocida como Salmo gairdneri) fue introducida en 1925 por J.R. Mitchell y B.T. Colleg, quienes trabajaban en la Cerro de Pasco Corporation (actualmente Compañía Minera Volcan). Intentaron importar huevos fertilizados de trucha para criarlos en lagunas o ríos cercanos a las operaciones en La Oroya, con la intención de pescarlos posteriormente. Sin embargo, el primer intento no tuvo éxito. En una segunda importación, lograron producir 50,000 alevinos que, una vez alcanzaron los 10 centímetros, fueron sembrados en el río Tishgo y el Lago Chinchaycocha (Distrito de La Oroya, Provincia de Yauli, Región de Junín).
Debido a los buenos resultados obtenidos en el desarrollo de la trucha en lagunas, surgió la idea de poblar el Lago Titicaca con esta especie. Para ello, el Gobierno de Perú y Bolivia formaron una Comisión Mixta para realizar estudios bioecológicos de los ríos y lagos del altiplano (MINAM, 2015).
En 1939, se sembraron cuatro especies de salmónidos en el Lago Titicaca: Salvelinus namaycush, Salvelinus fontinalis, Salmo trutta y Salmo gairdneri (actualmente Oncorhynchus mykiss). Solo la trucha arcoíris se adaptó de manera óptima a las condiciones bioecológicas de los ambientes acuáticos de las zonas altoandinas. Estas características incluyen la presencia de ambientes loticos y lenticos para la reproducción y alimentación, alta productividad primaria y buenas condiciones fisicoquímicas del agua, como temperaturas del agua entre 8 y 18°C y disponibilidad de oxígeno disuelto. Las otras especies no lograron desarrollarse debido a su sensibilidad a las condiciones del agua y al manejo. Esta situación impulsó al Gobierno de Perú a promover el desarrollo de la trucha arcoíris a nivel nacional (MINAM, 2015).
Inicialmente, a los pescadores nativos no les gustaba la trucha arcoíris, ya que el color rosado de su carne se asemejaba al de algunas especies autóctonas cuando se descomponían. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que esta especie fuera ampliamente aceptada por los campesinos locales del Altiplano y los habitantes de ciudades como La Paz, Puno y Juliaca, situadas cerca del lago. En la tabla 1 se presenta la cronología de la introducción de las especies exóticas (PRODUCE, 2008).
Tabla 1. Cronología de las especies de Salmónidos introducidos al país
NOMBRE CIENTÍFICO | NOMBRE COMÚN | DESCRIPCIÓN |
Salvelinus manaycush | Trucha de Lago | Sembrada en 1940, no llegó a poblar el lago, por tanto, no existe información sobre su captura. |
Salmo trutta | Trucha marrón | Sembrada en 1940 a partir de ovas provenientes de Chile; esta especie colonizó el río Huenque, Puno, ocasionalmente se le encontraba en el Titicaca. |
Oncorhynchus mikyss | Trucha arcoíris | Sembrada en 1940 a partir de ovas producidas en Chuchito. Es la especie que mejor se adaptó al algo y su cuenca; se ha convertido en el sustento de diversas actividades pesqueras y de transformación. En las últimas décadas son criadas en jaulas flotantes. La época de reproducción se da en los meses de junio y julio, las migraciones de los juveniles hacia el Lago se inician en octubre y noviembre, produciendo la mayor migración en los meses de lluvia. |
Salvelinus fontanelis | Trucha de arroyo | Introducida en 1955, progresó en forma relativa, siendo criada en jaulas flotantes. |
Inicios de la crianza de la trucha en el Perú
En 1930, Mitchell regaló 50 truchas arcoíris al poblado de Quichuay, ubicado cerca del distrito de Ingenio, a orillas del río Chiapuquio. Estas truchas fueron sembradas y alimentadas, lo que básicamente dio inicio al Centro Piscícola El Ingenio, ubicado en la provincia de Concepción en Junín (El Comercio, 2014) (MINAM, 2015).
A fines de 1939, se completó la construcción del Criadero de Truchas de Chucuito en Puno. Sin embargo, debido a un mal embalaje, el primer envío de 200,000 huevos embrionados desde Estados Unidos resultó en la muerte del 100% de los embriones. Como resultado, la introducción oficial de la trucha arcoíris se realizó en los años 40 con un segundo envío desde Norteamérica a Perú.
Además, entre 1941 y 1942, también se realizó una última introducción de Chile al Lago Titicaca, donde la especie se estableció con éxito (Loubens et al., 1984; Everett, 1973) (Cossios, 2010).
En 1945, se construyó la estación piscícola de Santa Eulalia (Provincia de Huarochirí, Departamento de Lima), el criadero de truchas en Cajamarca en 1956, el de Huaraz Ancash en 1959 (PRODUCE, 2010) y el de Molinos en Huánuco en 1960 (MINCETUR, 2015).
Hasta la década de 1970, los cultivos de trucha en el país eran de tipo extensivo, con baja tecnología y dependían en gran medida de las condiciones climáticas favorables.
Posteriormente, con la creación del Ministerio de Pesquería, se invirtió en la integración de los pequeños productores de trucha con los mercados externos, y se crearon 23 programas para promocionar esta actividad. Como resultado, se instalaron decenas de piscigranjas con sistemas de jaulas flotantes en lagunas. Sin embargo, muchas de las piscigranjas creadas cerraron, por lo que de las 152 establecidas en Pasco y Junín, solo quedaron 11 en la década de 1980 (Melgar, Mayta y Ruiz, 1985; Kuramoto, 2008).
En la actualidad, la producción acuícola de trucha arcoíris en Perú se ha duplicado en los últimos 7 años, alcanzando un total de 55,000 toneladas anuales. La cría de trucha se lleva a cabo en 16 regiones de la sierra andina, siendo Puno la que presenta la mayor producción (82% del total), seguida de Huancavelica (6%) y Junín (5%), mientras que las demás regiones representan una producción menor al 1.5% (PRODUCE, 2015).